domingo, 31 de enero de 2010

AQUEL NIÑO



Un dia de regreso a casa, subi a la linea 9, el chofer era un joven de aproximadamente 30 años, tenia un pantalon oscuro y gorra roja, y una barba poblada lo distinguia.
me sente al lado de una señora que llevaba en sus brazos un niño de casi 4 años, èl lloraba desesperadamente y le pedia a su madre "agua", tenia sed, y su madre no lo podia satisfacer.

Era tal su llanto que el chofer detuvo el carro en una tienda e hizo que el cobrador bajara a comprarle una botella de agua mineral para el niño. Èste la bebio contento, como jamas he visto a un niño.

Para ustedes va este poema:

Me queda aùn su imagen,
sus ojos marrones frios,
y aquella gorra roja,
que ocultaba su ternura.

Tenìa una barba descuidada
y tes clara,
pantalones oscuros;
¿quièn podrìa imaginar
que ocultaba su ser real?

Manejaba tranquilo,
emanaba paz
y aquellos llantos y gritos,
pienso calo su humanidad.

Tocaron su alma,
y brindò su amistad,
cubriò una necesidad,
y sin querer mostrò su generosidad.

Aùn me queda su imagen
impregnada en el alma,
no olvidare esa noche (18/12/2009)
no olvidare a aquel hombre,
no olvidare a èse niño,
a ese desconocido que me conmivio
y a èse desesperado niño...

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